Los que me conocéis ya sabéis que noviembre es mi mes más cruel. Año tras año mi querida Olga Bernad me explica por qué yo estoy equivocada y por qué T.S. Eliot tiene razón. Pero no, porque noviembre es el frío y los días sin luz.
Aún así hace unos años que noviembre es distinto y la luz se abre paso.
Terminamos hoy nuestra noche de las almas abiertas.
Muchas gracias a todos los que habéis venido al teatro, gracias a los que venís hoy domingo a la última función.
Y gracias a la gente luminosa que cambia mis noviembres:
Miguel Ángel Mañas, Diego Palacio, Ayla Quintas, Luis Villafañe, Inmaculada Oliver Casimiro, Alex Aldea Redondo, Jesús Bernal, Paloma Molino.
Hay camino