De vuelta a nuestra habitación propia

Tras la emocionante huelga FEMINISTA de ayer, nos acercamos de nuevo a las palabras de Virginia, están vivas y permanecen en el aire. Virginia nos mira, con su cabeza llena de pájaros y las raíces de los árboles que amaba en el pecho.  Virginia permanece -como toda las valerosas mujeres que nos precedieron- para alentarnos. Ella nos lo dijo: si perduramos un siglo o dos, si tenemos quinientas libras al año y una habitación propia, si nos adiestramos en la libertad y en el coraje de escribir exactamente lo que pensamos, la poeta muerta que fue la hermana de Shakespeare nacerá de nuevo, derivando su vida de las vidas de las desconocidas que la precedieron. 

 Pero  sostengo que vendrá si trabajamos por ella, y que vale la pena trabajar  hasta  en la oscuridad y la pobreza.

El próximo viernes 15 de marzo, Una habitación propia en Andorra.